Es una operación financiera donde una persona (acreedor) presta una cantidad determinada de dinero a otra persona (deudor), la que se compromete a devolver en el tiempo o plazo definido de acuerdo a las condiciones establecidas para dicho préstamo más los intereses devengados, seguros y costos asociados si los hubiera.
Existen varios tipos de créditos, los que varían de acuerdo a la institución y además de la necesidad de la persona.
Uno de los créditos más solicitados es el crédito de consumo, que es ofrecido a través de distintas plataformas como televisión, correo electrónico y ofertas telefónicas; pareciendo muy fácil de obtener y muy tentador, especialmente cuando estás en apuros o quieres llevar adelante un proyecto familiar.
Para acceder a un crédito de consumo se requiere de una evaluación de tus finanzas personales para saber si puedes adquirir este nuevo compromiso de pago.
Si tus ingresos son mayores a tus egresos puedes comprometerte a pagar una cuota menor o igual a ese excedente; por el contrario, si tus ingresos son prácticamente iguales a tus egresos, no es aconsejable que te endeudes porque es muy probable que al tomar el crédito tus gastos superen a tus ingresos.
Lo primero que siempre debes considerar es:
Cuando tienes un imprevisto debes evaluar todos los costos directos e indirectos que tendrá, y una vez hecho esto sabrás cuánto dinero te significará y la manera en cómo deberás solventarlo; ya sea de tus ahorros o bien evaluando la mejor alternativa de un crédito.
Es importante entender que contar con un cupo mayor en tu tarjeta de crédito o línea de crédito no significa que dispongas realmente de un ingreso extra; por lo que en caso de utilizarlo estarás adquiriendo una deuda mayor que deberás pagar con ingresos futuros.
Un error muy común es pensar que si te ofrecen más cupo significa que es porque estás en condiciones de pagarlo. Recuerda que sólo tú eres el responsable de tus deudas.
El realizar el pago mínimo de las tarjetas no baja la deuda ya que sólo se pagan los intereses, por lo que permanecerás endeudado y tendrás que pagar nuevos intereses.
Si tienes deudas repartidas en distintos lados es recomendable consolidarlas en un sólo crédito con tal de pagar una sola cuota y bajar la carga financiera, y así dejar de utilizar los otros productos hasta no terminar de pagar esta única deuda.
Las tarjetas son una forma fácil y rápida de obtener dinero pero debes tener claro que a veces puede ser más caro que otros tipos de créditos.
La CAE considera todos los gastos y costos del crédito, y los expresa en un sólo porcentaje que permite compararlo con otras empresas que ofrecen el mismo crédito.
Siempre debes fijarte que los créditos sean en un mismo plazo y sobre un mismo monto. Elige la CAE más baja.