La Educación Financiera nos permite comprender cómo funciona el dinero en el mundo: cómo una persona lo gana, cómo lo administra y cómo lo invierte. Esto nos ayuda a tomar decisiones bien informadas y correctas.
Muchas personas piensan que el administrar las finanzas personales es una tarea compleja. Por eso, muchas veces no cotizan ni buscan información que aclare sus dudas y que se hace necesaria al momento de decidir financieramente.
La Educación Financiera nos enseña conceptos sobre productos financieros y estrategias útiles con la finalidad de aprender el manejo efectivo del dinero, la importancia del ahorro e inversión y cómo evitar el sobreendeudamiento.
La falta de Educación Financiera hace que los hogares tengan altos costos de financiamiento de sus necesidades, así como también estrategias de inversión erradas con escaso retorno o excesivo riesgo.
El desconocimiento y falta de información hacen que incurran en gastos o cobros, tal como los gastos de cobranzas que se aplican después de 20 días de morosidad en forma progresiva sobre el capital adeudado o la cuota vencida, según sea el caso. El considerar que la cuota más chica se paga menos interés, es un error! ya que mientras más chica es la cuota, más largo es el plazo y más caro el crédito.
El hacer evidente en el entorno familiar el cuidado del dinero, el ahorro y que algunas decisiones se tomen en forma conjunta, genera un aprendizaje duradero en los niños.